LA RUTA DE LA SEDA - 2: LA SEDA EN ROMA

    En la  antigua Roma, el uso de la seda estuvo, a menudo, regulado por las llamadas leyes suntuarias.

     Hay leyes suntuarias desde, al menos, el siglo IV a. C. Su finalidad era controlar el comportamiento referido al uso o consumo de cualquier cosa, aunque se asocia, tradicionalmente, a la regulación de la vestimenta y ornamentos.

     Las leyes suntuarias son de dos tipos. Uno de ellos prescribe, ordena lo que hay que comer, vestir o usar; el otro proscribe, prohíbe lo que no se puede.

     Aunque la evolución de las sociedades ha ido derogándolas progresivamente, aún quedan restricciones en cuanto al aspecto, la indumentaria, la alimentación y ciertas costumbres.

     El trasfondo puede ser religioso o moral, pero también económico (evitar dispendios, proteccionismo frente a los productos extranjeros) u orientado a mantener una cierta división y control social.

     Las leyes suntuarias han sido promulgadas por gobiernos, religiones y grupos sociales más pequeños. Que hayan ido desapareciendo nos dice del choque entre la normativa y el deseo personal de libertad.

     Las leyes suntuarias en Roma eran leyes que regulaban el uso y el consumo de bienes lujosos. Estas leyes tenían como objetivo controlar el lujo excesivo y la ostentación de riqueza en la sociedad romana.    

      Por ejemplo, la lex sumptuaria prohibía el uso de determinadas telas y diseños para la ropa, y también establecía límites en el tamaño y el diseño de los edificios y el mobiliario.

      La lex sumptuaria fue promulgada en Roma durante el siglo III a.C., aunque hay evidencia de que existían regulaciones similares desde mucho antes. La lex sumptuaria fue promovida por líderes políticos y militares romanos que querían controlar el lujo excesivo y la ostentación de riqueza en la sociedad romana.

     El concepto de lex sumptuaria se iría desarrollando a lo largo de la historia de la antigua Roma mediante la promulgación se sucesivas leyes, que irían regulando diferentes aspectos de la vida social, alimentos, gastos en celebraciones, vestimenta, ornamentos...

    Es difícil determinar con certeza si la lex sumptuaria tuvo éxito o no en Roma, ya que depende de cómo se defina el éxito. Si se considera el éxito como la capacidad de la ley para controlar el lujo excesivo y la ostentación de riqueza en la sociedad romana, entonces se podría decir que la lex sumptuaria tuvo cierto éxito. Aunque esta ley estableció límites en el uso de algunos bienes y servicios lujosos, no logró erradicar por completo su consumo.

Además, la lex sumptuaria también fue utilizada como una forma de mantener la jerarquía social y evitar que los ciudadanos pobres imitaran a los ricos, lo cual puede haber sido percibido como injusto por algunos sectores de la sociedad romana.

  LAS LEYES SUNTUARIAS Y LA SEDA EN LA ANTIGUA ROMA

    Debido al secretismo de la China, los romanos creían que la seda era un producto vegetal y valoraban como el oro los vestidos confeccionados con la misma. Gran parte de las vestimentas de seda provenían de la isla de Cos, en el mar Egeo, cerca de la actual Turquía. Allí se hacían las prendas de seda, que provenía de China, para las damas romanas y de otras ciudades.

     Antes de ser el emperador Augusto, Octavio César atacaba a Marco Antonio (83-30 a.C.) y Cleopatra (69-30 a.C.) por su gusto por la seda china, cuyo uso se asociaba con costumbre libertinas, aunque gozaba de gran popularidad.

    En tiempos de Séneca el Joven (4 a.C. - 65 d.C.), los romanos conservadores denunciaban vehementemente la inmoralidad de la seda china para los vestidos de las mujeres y considerándola un tejido afeminado para los hombres.

     A propósito de la seda, Séneca llegó a escribir en sus Diálogos: “Veo los vestidos de las damas, si es que a esto se le puede llamar vestido que ni cubre su cuerpo ni su vergüenza; cuando los llevan, ellas apenas pueden con buena consciencia, jurar que no están desnudas. Estos son importados a un alto costo desde naciones que son desconocidas incluso al comercio, para que nuestras matronas puedan mostrar tanto de su persona en público como lo harían con sus amantes en privado.”

     La seda se hizo tan popular que el Senado, a través de las leyes suntuarias, prohibiría periódicamente que se llevara ropa de seda por motivos económicos y morales. La realidad era que la balanza comercial de Roma con respecto a la seda era deficitaria, aunque, por la misma ruta, exportaba productos de lujo a China como alfombras, joyas, ámbar, metal, tintes, drogas y cristal. 

     Hacia el 60 d.C. se supo que la seda no crecía en los árboles en China sino que se hilaba de gusanos de seda. Los chinos prohibieron la salida de su imperio de capullos y gusanos para continuar con el monopolio.Justiniano, emperador bizantino de la parte oriental de antiguo Imperio Romano (527- 565 d.C.) envió dos emisarios disfrazados de monjes a China para robar gusanos de seda y traerlos a Occidente, comenzando así la industria bizantina de la seda.   

     Con el declive del Imperio Romano occidental, las invasiones bárbaras de los siglos IV y V y las dificultades de toda índole redujeron el comercio, la compra de artículos de lujo y, por ende, las leyes suntuarias que lo controlaban.

    Como complemento del tema, insertamos dos vídeos sobre la moda en la antigua Roma y otro, de mayor duración, sobre como recrear algunas de aquellas vestimentas.